domingo, 8 de septiembre de 2024

El simulacro de estos tiempos amargos.

Siempre me he preguntado porqué las guerras tienen normas, tratados, tribunales que las encuadran en lo factible,cómo deben de desarrollarse para estar dentro de unos cánones de muerte, si sólo se trata de inexistencializar al otro, de matarlo,de sacarle las tripas y los ojos, de evaporar su polvo por las cloacas de la historia. Un borrar la memoria del que nunca haya existido. Que dejen a las guerras seguir su curso y podamos ver de verdad el horror humano. Entonces no mentirán los periódicos , ni la propaganda oficial tendrá cuajo para simular una realidad edulcorada en las pantallas de un centro comercial, ni será tan terrible justificar la verdad en nombre del progreso. Lo que siempre ha molestado es la presencia del otro, la risa que subyace a la vida, la mirada inocente de un niño que no entiende de horrores religiosos, ni geoeconómicos, ni mediáticos, ni quién tiene más grande el libro. Vivimos en un simulacro de casi todo, como aquel mapa ficticio de la historia de Silvia y Bruno de Lewis Carroll, que tenía una escala de una "milla por milla" y uno de los personajes advierte "ahora usamos el pais mismo como su propio mapa". Sólo vemos la muerte cuando nos acontece a nosotros mismos, cuando la vemos venir de cerca con la guadaña para cercenarnos de un tajo y a veces ni eso.
Andamos engañando al tiempo con un futuro pasado, al espacio con fronteras que no existen, a la misma historia que nunca nos han contado, porque la guardan celosamente en un lenguaje extraño, indescifrado sin relatos interesados. Ésos que no quieren que sepas que, sin la inocencia de los niños, no gira el mundo que nos da sustento.

viernes, 6 de septiembre de 2024

martes, 27 de agosto de 2024

La poesía llenó la Biblioteca de Siete Aguas.

Quiero agradecer al Concejal de Cultura de Siete Aguas, Vicente Mora, la magnífica atención que prestó en todo momento para hacer posible el recital en la Biblioteca Municipal.
Arturo Cusí acompañó deliciosamente al piano cada uno de los quince poemas que seleccioné para este recital presentación del poemario "Viaje a los confines de la nada" y los dos bises sobre un poema de Vicent Andrès Estellés y "la verdad de Eva".Marian puso la voz y la pasión necesaria, como sólo ella puede hacerlo, en la presentación de mi libro.
También estimo la colaboración de Estel.la y Cecilia con la venta de los libros, Pepe Saez por el montaje de la escenografía,así como Marisa en la realización del acto en ese pueblo ya tan mío como suyo.
Y un público maravilloso que llenó de atención y cariño una sala ya emblemática en la geografía cultural comarcal.
Recordaré este lunes 26 de Agosto de 2024 ( Ayer nació mi padre, como cada 25 de Agosto sin tí.)

lunes, 19 de agosto de 2024

Cien niños asesinados en una escuela de Gaza.

Y entre las piedras del fracaso oiremos esos cantos que ya nadie oye, como parábolas de frases para un alfabeto muerto, como susurros de niños que se consumen en las ruinas de los sueños. Cabalgaremos el desengaño con latidos feroces para asustar al viento, casi sin fuerzas, renaceremos mil veces las palabras con golpes salvajes de silencio. Y sonará entre las nubes un himno delicado de celestes deseos, una sinfonía infinita derramada en los pequeños cuerpos del olvido. Unos querrán que sea la historia de nuestras vidas, escrita en la piel de la indecencia humana, larvada en los poros del desaliento. Otros se armarán de razones para asistir al holocausto humano, homilía macabra oficiada desde el altar de la abundancia, para una audiencia de desheredados. ( De "Asaltaremos los palacios de invierno" D. Milà 2024). Fotografia: "Esculptures homenatge a les xiquetes de Gaza". D. Milà. Geolocalitzades a Google Maps. El Montesico. Bunyol. 2024)

martes, 12 de marzo de 2024

Homenatge als xiquets de Gaza. Esculptura de pedra en sec. "Sísifo aguantant les runes de Gaza" Delmundo Milà Març 2024. El Montesico. Bunyol.

sábado, 9 de marzo de 2024

Niños y Milaicas

Plon. De vez en cuando y siempre esperado, ceno en casa con Modesto Valiente. Una cena de las de antes, de esas que te llenan de camaradería hasta las entrañas y en las que repasas como una letanía los recuerdos que compartimos desde que éramos unos cagamandurrios, alimentando entre chorizos de jabalí y buen vino, memoria y amistad. Moguttu es el nombre de guerra de mi amigo y viene de esa forma tan peculiar que tenemos los vecinos de Buñol de reconocernos entre nosotros, atropellando las sílabas a chorros de sonido como si alguien quisiera robarnos nuestra esencia tribal. Un lenguaje nuestro como el de tantos otros pueblos de esta geografía descarnada que va perdiendo almas y palabras a ritmo vertiginoso de aculturación. Hablamos en buñolero para reconocernos (sería imposible hacerlo de otra manera) y se conjura entonces, entre risas cómplices, el torbellino emocional de revivir ciertas palabras y gestos que de no ser dichos pasarían a la nube del olvido. Una de esas joyas es la palabra «Plon». Expresión acompañada del gesto consistente en mover la mano al aire de arriba a abajo en un golpe seco ( una sola vez.) que utilizábamos para empezar la cancioncilla que elegiría al personal del juego en cuestión. Cada sílaba de la cancioncilla recaía sobre cada uno de los jugadores situados en corro alrededor de la/el entonante y acabada la canción, aquel sobre el que recaía la última sílaba era el elegido o el eliminado. Ejemplo: «Plon! Rosa con rosa florida y hermosa, la más florida la más hermosa, ustedes escojan» o «Plon! Debajo un puente había un presidente, bajó Pepito tocando el pito, sino lo toca bien, se salvará usted». Plon no se recoge en el diccionario de la RAE ni en el Diccionari de la llengua Catalana. En cierto municipio de Palencia, Cobos de Cerrato, cuya villa más importante es Baltanás aparece el término Plon ( recogido en un listado de palabras antiguas en desuso) con el significado de dejar la puerta abierta de par en par, «dejar la puerta en Plón». Nuestra velada acabó con la palabra «Libraera» en la boca, llenos de risas y vino, con la puerta abierta de par en par para despedir al amigo y el gusto de haber renacido de las cenizas que deja el tiempo en el lenguaje para mayor gloria de aquellos años en que fuimos «niños» y «milaicas». (De aquellos maravillosos años. D.MIlà)