Cuentos

                                 
                                 "El Punto de vista"


Todas las personas que habitamos este maravilloso planeta redondo y azul tenemos muchas cosas en común.

A todas nos gusta reirnos, sentir la brisa del mar, coger la mano de un amigo, jugar a ser felices con el tiempo.

Algunos desean soñar la libertad, pasear la paz tres veces al día, escribir mil veces la palabras "te quiero".

pero...

Todas, todas las personas, no siempre pensamos lo mismo. No tenemos el mismo PUNTO DE VISTA sobre las cosas, sobre los animales y sobre otras personas.

A veces miramos lo más pequeño para intentar ver la verdad desnuda,INFINITESIMAL!!!

Otras veces queremos lo más grande y nos dejamos llevar por nuestros agujeros de gusano a otros mundos donde las cosas son del SEVER.

Hay quienes viven siempre en lo alto y ven a los demás como hormigas.

También quienes siempre van de lado y se mueven como las fichas del dominó,

porque a todas las personas nos gusta ser diferentes, a todas nos gusta tener nuestro PUNTO DE VISTA,

pero...

Todas, todas las personas, alguna vez, podemos encontranos en el punto donde se juntan las miradas y entonces sucede que....

Todo, todo, todo...

tiene a veces, mucho SENTIDO.

                                                             Delmundo Milá, 2012



                                       "Borondóm"


            1. Borondóm es un bebé glotón.


A Borondóm le gusta jugar por el espacio con las galaxias, entre las estrellas. ¡Unos juguetes luminosos muy divertidos!. Los hay de todos los tamaños y formas. Espirales con brazos inmensos a los que da vueltas como si estuviese en un gran parque galáctico; pelotas de colores, calientes o frías, faros giratorios que le marcan el camino. Y siempre, siempre, bajo la atenta mirada de su papá.
-"¡No juegues con esas que te puedes quemar!"- Le repite diariamente con una voz ronca y poderosa que asusta a las mismas constelaciones. Así que Borondom, cuando no juega a la pelota, y las hay por todos los lugares, se lanza por los agujeros de gusano como en un gran tobogán por el que el tiempo no acaba nunca.
Cuando tiene hambre es un verdadero glotón. Le gusta especialmente la materia oscura, una golosina tan trasparente y escurridiza que nunca se cansa de saborear. ¡Qué felicidad!. Borondom se come todo lo que encuentra a su paso: planetas de fresa y vainilla, galaxias de gominola, nebulosas de azucar quemado...
Y como todos los niños, rie y llora a la vez y sus lágrimas son la más bonita fuente de energía que se haya visto nunca desde aquellos fuegos articiales en el que empezaron todas las cosas, desde aquel momento inicial en el que vino a este mundo, al maravilloso universo donde los vasos de leche se derraman por rayos de luz con forma de camino y las piedras no paran nunca de dar vueltas en un tiovivo sin fín.
Borondom es un gigantesco bebé de mofletes rollizos.Todas las mañanas sale a jugar por el universo sin temor a caerse, porque flota, sin temor a perderse porque ha aprendido el camino de vuelta, sin temor a nadie.... porque no hay nadie con quien jugar o al menos eso piensa.

Una mañana, despues de desayunar un helado de cometa, quiso seguir a la Estrella Polar y se perdió.
Estaba en un parque desconocido. Rodeado de unas esferas que no ha visto nunca, cada una más divertida que la otra. Una tiene un aro gigante que le da vueltas. Otra es roja y pequeña. A la más grande puede meterle la punta del dedo y volverlo a sacar y siempre vuelve a su forma original. Otra esta hecha de humo. Otra de hielo. Otra de metal. Pero la más sorprendente de todas, es una bola verde y azul que gira solitaria junto a otra más pequeña y gris que le acompaña siempre... Borondóm no se lo pensó dos veces y se lanzó de lleno sobre las nubes que la rodeaban para comérsela....

                                Delmundo Milà, 2011 (Cuento para la clase de Marc 2ºA Cervantes)

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