"Las ciudades se amontonaban entonces en la geometría
vacía del agua. Nadie andaba solo por las montañas descarnadas de los uigures,
por los valles yermos de Karelia. Era lo mismo en la bahia de Halong que al
borde de la isla de Socotra. No servían las imágenes desnudas de un olivo
que proferían a chorros peregrinos venidos de tierra santa. La desesperación
mudaba la piel como una serpiente plateada."
de "Viaje a los confines de la nada". D.Milà
de "Viaje a los confines de la nada". D.Milà