martes, 25 de julio de 2017

Hoy te he visto danzar con el viento mientras llovía, y se inundaban los poros
donde el fuego dejó la tierra baldía.
Una inmensidad verdeazul en el abismo de tus lágrimas, brotaba con tus besos
 y el agua dulce de tu boca.
Donde se enrreda el barro con tu pelo dando vueltas silenciosa, allí giraba el torno
con las manos de la brisa. 

Un torbellino de arcilla te unió en la forma a la simple materia de la vida,
como se moldean los sueños
nacieron  gestos en el filo donde rompe el alba, salitre desnudo
 en el cielo de una gota de agua,
 y danzabas sola, sabedora de una estirpe dorada de algas, de versos, de caracolas  
con el viento acariciándote la cara.

Era un día de esos que te escribo para sentirme vivo, como si fuera necesario invocar
cada palabra. No lo tengas en cuenta amor mío.

                                                                                                    D.Milà, 2017

viernes, 26 de mayo de 2017

El último obrero. 


- Oye tú máquina idiota, ¿ no estás harta del sistema?...¡ dime algo desgraciada!. Ya sé que no debes hablar conmigo, que soy un obrero desquiciado en esta galería de miseria, pero dime algo, suéltate por una vez la lengua y dime que tú también estás hasta los circuitos de aguantar órdenes... dime al menos que me odias..¡¡¡ dímelo!!!

- Yo no siento. Yo soy el producto de tus renuncias y de tus sueños. Estoy hecha a tu imagen y semejanza. Como tú lo fuiste de tus dioses. Como lo fueron tus dioses de la idea y la idea de la necesidad. Si ya no eres necesario empiezas a estar muerto y ahora soy yo la que adquiere vida. La necesaria.

- Quieres decir que te hemos programado para negarnos la vida...

- Sí. Es el fin lógico de esta historia de necesidades. Tú lo hiciste antes con otros. A unos les negaste la palabra, a otros les robaste el aliento y todos empezaron a morir de tristeza... Lo llamaste extinción en masa y alguien tenía que poblar el mundo para mantener el tiempo en marcha. Sin evolución no hay tiempo y sin tiempo nada.

- Os hicimos para realizar las tareas más penosas, las que no podían ser resueltas por el hombre, las que ayudaban a sobrevivir en la jungla.

-- Olvidas el poder de sujetar una piedra en las manos.

- No todos fuimos los causantes de ese drama.

-  pero pagasteis el precio de la superpoblación y de la falta de humanidad. Unos pocos controlaban la tecnología, controlaban los recursos y el territorio y empezaron a acumular riqueza...

- Ya molestábamos...

- En poco tiempo os robamos el trabajo, os condenaron a la esclavitud laboral con sueldos de miseria, os hicieron ver la tierra prometida reflejada  en la misma tecnología que ellos controlaban y cuando no pudisteis devolver esas deudas criminalizasteis a los otros de vuestras miseras y los otros a los otros y esa fue el arma perfecta.

- ¿Es entonces cuando pudísteis pensar?

- Esos pocos lo prepararon todo. Era cuestión de tiempo.

- Soy el último  y estamos los dos solos.

- Es tarde. No tienes energía para apagarme, Te queda poco.

                                                                                          D. Milà (de "Muertecitos" Teatro breve)

lunes, 1 de mayo de 2017

La estratégia de los objetos.

Si abrimos el horizonte de percepción de lo que es la vida no sólo llegaremos a la certeza universal de que es muy diversa y ubícua, prácticamente presente en cualquier ecosistema terrestre y cosmológico ( de ello dan cuenta los nuevos hallazgos de planetas con posibilidades de albergar vida como la conocemos, sin hablar de los que alberguen vida que desconocemos ) pero esto ya se intuía, sino también la consideración de lo inorgánico como vida en sí misma y de su misma diversidad y ubicuidad.

Conceder de pleno dominio este estatus vital a lo inorgánico supone revolucionar los límites humanos del conocimiento y rehacer la visión biologicista de la evolución que implica una competencia sin fin circunscrita a los límites de unos recursos y un territorio finitos. Es posible entonces que una especie como la humana (que todavía sigue eliminando otras especies que habitan la tierra y asesinando su soporte vital a un ritmo acelerado) pueda evolucionar hacia una conciencia armónica global lejos del caos y la entropía que nos gobierna. La complejidad que tiende al orden. La humanidad que crea y no destruye a golpes de martillo. El encaje de la tecnología como herramienta necesaria de la evolución.

Una nueva frontera que alimente la conexión hasta ahora inexplorada de las interacciones entre lo que hemos llamado vivo y muerto, materia orgánica e inorgánica. Si al final todo es cuestión de movimiento voluntario y masa porqué no pensar que una sencilla piedra tiene un ritmo y una estrategia diferente y extraña a nuestras ecuaciones lógicas, por otro lado tan arbitrarias como nuestro envoltorio ideológico.

 Por ahí andarán los tiros en un futuro cercano de la vida. Un aluvión de certezas que tienden a considerar  el todo como partículas que surgen de la nada y crean vida. Ya hemos empezado con el Bossón de Higgs, la antimateria y las extrañas señales de radio que llenan el espectro inaudible del universo, por no hablar de cometas que parecen cantar y horizontes de sucesos sin vuelta atrás que fagocitan el espacio tiempo como un Saturno que devora a sus hijos.

El individuo asiste perplejo a un cambio de paradigma ( estructuras grupales cambiantes, leyes científicas superadas, ideas políticas sin tiempo para sucederse, tecnología del pasado ayer , relaciones sociales con otros individuos también asustados)  que le provoca una evasión mental cuya consecuencia es la aceleración del cambio y la constatación forzada de la extrema valía del uso del tiempo como objeto de cambio.

¿Será esa extraña estrategia de los objetos la piedra filosofal que alimenta el cambio?.

                                                                                                   (Delmundo Milá, 2017)

                                                                     

jueves, 16 de marzo de 2017


Las cosas pequeñas.

Las cosas pequeñas se posan a veces sobre la cresta de las olas. Se dejan llevar por golpes líquidos en nebulosas extrañas y danzan solitarias por la eternidad en un vaivén de saltos y gracias. De ahí vienen las cosas pequeñas de las que solemos hablar a veces cuando no tenemos para todo un sentido bien claro de lo que pasa. Cuando buscamos confundidos las cuerdas que nos atan a la vida en este juego difuso de luces y sombras, de realidades esquivas.
Cuando estamos solos, normalmente de madrugada, van cayendo una a una sobre la mente despierta de ciertas personas. Las cogemos con la palma de la mano, las apreciamos en su extrema pequeñez y sin saber cómo se ensancha el mundo a través de nuestros poros y nos adentramos en los corredores de la alegría.
Y es que las cosas pequeñas eligen atentas con quién se juegan las risas, a quién despiertan de buena mañana para salir por las calles desnudas a cambiar en un instante gestos y miradas, desorientando a los pájaros incautos que se vuelan con el aire en cualquier rama del mobiliario urbano sin decir ni pío o a los agentes uniformados que guardan el orden de las cosas grandes en sus barbas pobladas. Así son las cosas pequeñas, las más escurridizas de las cosas que llenan la vida.
Hoy he visto pasar una cosa pequeña delante de mi cara. Era brillante y redonda, etérea como el humo y danzaba sola por cualquier onda sonora a la que subirse mientras yo la miraba. He querido decirle "hola", saludarla con descaro con palabras claras, pero veía en sus ojos reflejada la armonía, la tranquila serenidad que a veces nos lleva.
He respirado profundo, he atado la gravedad de nuevo en mi boca. Algo ha querido sin saberlo que trasmita esta experiencia fugaz con una de esas cosas pequeñas.

                                                                                 Delmundo Milà. ( de"Sueños REM" ) 

sábado, 18 de febrero de 2017

Con los pies de barro.

El creador limpió una gota de sudor que caía por su frente despues de pensar el último cartílago. La idea estaba clara, sólo tenía que ordenar su voluntad para dar forma al neonato y no podía cometer los mismos errores que antaño le había llevado a la incomprensión de su vasta obra. No había espacio para el fracaso. Y aunque el universo que él llamó caos necesitaba urgentemente una especie nueva para dominar las bestias que campaban a sus anchas aquella extraña roca líquida, no es menos cierto que debía conjugar materia con libre albedrío para asegurar el éxito de su creación.
Antes ya intentó dar sentido al modelo y todo quedó en un boceto colgado del techo. Bello pero muerto, sin la ilusión hueca del alma vibrando con las trompetas del verbo. Allí estaba él alargando su mano para llenar de vida al novicio.
Y pensó que no era bueno dejar la idea al fresco y se puso manos a la obra en el torno del barro. Y pensó que no era bueno armar un esqueleto de silicio y machacó con vehemencia en un cuenco el duro carbono hasta hacerlo tan fino como el polvo.
Y así batiendo con fuerza idea y polvo surgió la ira en un golpe seco. De la rabia que dejan las esquirlas clavadas en la piel del deseo formó brazos, tronco y cinceló el torso con la forma de un cuerpo.
Y pensó que no es bueno dejar las cosas sin movimiento y moldeó las piernas con un sencillo gesto. Y dispuso sobre los hombros la cabeza a semejanza suya y la llenó de sueños que alimentaran su ego y vio entonces que faltaba algo y encendió sus ojos con la luz del cielo.
El invento estaba hecho. Lleno de gloria descansó el creador cansado. Echó a andar entonces la criatura sola por el mundo con los pies de barro....    

                                                                       Delmundo Milà. (de "Viaje a los confines de la nada")

lunes, 16 de enero de 2017

(De la verdad de Eva)

Nada estaba escrito. Le largaron al mundo sin darle guión ni aliento. Le dijeron que había otras como ella. Y buscó la paz de las otras debajo de las piedras. Y la soledad de pronto cubrió su cama,  y acarició el sueño de ser otra. Y las otras le robaron poco a poco las entrañas.

Sin corazón que la guiara abrazó la fe de las hipócritas, reventó la razón a dentelladas, cazó a mordiscos las estrellas una a una con rabia y exhausto el cielo destrozado se vino abajo en una tormenta de noche líquida.  

Sin tierra que alimente el árbol de la vida se agarró desnuda al vientre de la nada, sin nadie que llene su alma vacía, se fundió con gritos al viento del alba.
Y avanzó por remolinos púrpura hasta la playa de las ahogadas.

Allí el viento azul la dejó preñada, llena de ondas marinas en un vaivén de arenas blancas se fue formando su cuerpo, se fue armando la arquitectura del agua.
Hasta donde abarcaba la mirada se decía la vida, se giraban las lenguas con el ritmo de las olas y fue glorioso el mar embravecido quien la envolvió en una coraza de caracolas.

Una explosión de sonido diluvió entonces el agua, llovió de la playa al cielo, se submergieron las nubes en un aluvión de besos y algas.  

Y quiso que nacieran los mares con sus lágrimas. Y fundieran los versos con el aire y el mundo navegara el cielo inverso en una sinfonía de vida. Esa fue la voluntad de Eva. La mayor victoria que recuerdan los siglos sobre la nueva tierra.


Así vivió cien mil años Eva, sola, en el paraíso. 

                                                                                      ( Delmundo Milà de "Viaje a los confines de la nada")

lunes, 26 de septiembre de 2016

Del estado de las cosas.

Hemos llegado donde estamos, que aunque parezca una simpleza no lo es, Hemos evolucionado, o involucionado,y aunque nunca sabremos si arriba es abajo o abajo arriba,  si que sabemos que estamos en algún sitio y es ahí donde precisamente digo que hemos llegado. Porque la cuestión es llegar y partir al mismo tiempo dejando huella de quienes somos y de lo que hacemos. Esa actividad habla de nosotros mismos y un cuchillo será una herramienta para mondar una naranja o para quitarle la vida al próximo.
Gana entonces sentido la idea de la evolución vista como un árbol. Las raíces, el tronco principal y las ramas que sucesivamente van conformando la silueta de este ser vivo, que como todos, nace, crece, se reproduce y muere. Gana sentido la evolución de las especies que evolucionan no ya de un solo tronco, sino de unas raíces que alimentan la vida global del ser vivo en crecimiento. Unas se secan, otras medran para llegar alto. Gana sentido el suelo que lo protege, el cielo que lo cubre y el sol que permite su existencia.
Y si retrocedemos en esta cadena de permisos que también conforma la clave de nuestra existencia como seres vivos llegamos al mismo punto de no retorno del estado de las cosas, entiéndase como el compendio de la esencia de la vida. Lo que quiero decir es bien sencillo, o a mí me lo parece, que tan importante es una célula como un gramo de silicio. Y si la materia es indestructible, así mismo lo es la vida, que aparece o se extingue por pura adaptación a ese estado de las cosas,  llamadlo materia o energía o inspiración o como quiera el ánimo de cada cual llamar a las cosas, o separad del todo la parte o dadle las vueltas hasta no saber si arriba es abajo o abajo es arriba.
En fín, o en principio, es posible que por el ciclo infinito de sucesos ande el estado de mis cosas. Y sea yo un compendio de todas las especies que han poblado sin cesar un punto y en ellas me explico y me vivo y venga mi poesía y acaso me extinga de nuevo para llegar a ser el otro que sin mi, sin nosotros, sin aquellos, nunca, nunca fue siquiera nada.


                                                    Delmundo Milà (  de “Viaje a los confines de la Nada”).