lunes, 14 de marzo de 2016


Geografía

Hay una geografía de los lugares propios, casi imperceptibles, que componen el mapa de  nuestro mundo como personas. Yo mismo sé de ese espacio que se ha ido reduciendo al que ahora  soy y conforma el relieve de mi corteza humana.

El mismo día que cumplí cinco años se ensanchó la noción de mi mismo, de buena mañana, cuando se aparece el contorno de las cosas en movimiento y las nubes blancas dibujan en el ambiente limpio de agosto un  juego de sombras.

 Ese momento de  conciencia  en que todo se dispone perfecto para revelarse sobre el fondo azul de una ventana abierta. No debe haber viento para que no se vuele la memoria. Hay que estar recién duchado, dispuesto como un niño con pantalones cortos, borracho de colonia , camisa blanca de cuello redondo y las botas altas de cuero, posiblemente heredadas.

Puede tocarse el  pasamanos de la escalera como quien acaricia la madera lacada, con los ojos  de los dedos bien abiertos para oler la sustancia que destilan las astillas. Un lenguaje interno que susurra a los sentidos de quienes siempre están atentos a la vida.

Nadie diría ( porque a nadie le importa) que estoy enfrente de la puerta de mi andana. Ya sabeís que es una puerta cuarteada, como si en cada esquina se contuviera la forma perfecta de una estancia, es un decir, para no decir que nunca he visto puerta más bonita y que al atravesarla sé que no volveré a ser el mismo niño con las botas heredadas. Luego seré otro ya veréis y nunca más soñaré con mi andana.


He cerrado la puerta . Tengo cincuenta años y estoy al otro lado de mi infancia.
                                                                     
                                                                                                                    Delmundo Milà,

martes, 7 de julio de 2015

Carta abierta a la rebelión de la especie

No estamos para ensoñaciones, no hemos venido a este mundo posible para vagar como sonámbulos por los corredores de la miseria colectiva, no transitamos las carreteras del insomnio hacia ninguna parte. Sabemos que el mundo es pequeño, somos muchos y deseamos habitarlo hasta en el más pequeño de sus confines. Es nuestra herencia, abarcar el hoy sin confundir el tiempo con el espacio. Es nuestra profunda rebelión al sueño desquiciado del ego.
No queremos ensoñaciones  huecas . Somos caminantes con sandalias de esparto. Los otros sin ti no son nada. Tendrás que comprenderlo, amigo, necesito ser oído en mi resistencia para que tú puedas existir. Pero no habrá camino sin tránsito, ni ciudades sin sueños, ni planeta sin palabras. Hemos de construir lo nuevo con cimientos de memoria y ladrillos de sueños, con el sueño profundo de una especie que no se resigna a ser engullida en la barbarie de unos pocos. La guerra y la destrucción ha sido el legado. No nacimos para durar mil años. Somos muchos para construir la ciudad de lo posible. Un lugar llamado mundo.

El legado de la memoria es un libro de texto abierto, reescribámoslo, resistamos al guión preestablecido con nuestra existencia, una sola existencia es un grito de humanidad inconclusa, una voz que tiene que ser oida para preservar otra existencia. 

                                                                                        de "Sueños REM" 2015

sábado, 21 de marzo de 2015

A pesar de todo

A pesar de que el mundo se ha vuelto achatado por los polos y ya no es tan redondo como lo pintábamos,
 a pesar del subsuelo que se fractura como el hielo lo hace en las grietas de las piedras y ceden  las placas a su empuje desnortadas,
 a pesar de las raíces que ya no horadan la tierra por falta de suelo donde agarrarse,
 a pesar de los gusanos adiestrados en la carne transgénica de los nuevos mercados,
 a pesar de los bosques  que se abaten quebrados  como gestos  de humo,
a pesar de los olivos milenarios  que nacieron con los romanos y son vendidos por catálogo en el mercado desnaturalizado del diseño,
 a pesar de esta lluvia confundida que siempre llueve a gusto de nadie por estos parajes olvidados de la mano del cielo,
 a pesar de las golondrinas que ya no vendrán al nido conocido porque alguien borró el nido de su cornisa de un golpe seco,
 a pesar de todo, seguramente,

 saldrá el sol esta primavera y volveremos a hacer lo mismo.
                             
                                                                                D.Milà de "Sueños REM". 2015

viernes, 30 de mayo de 2014

"…Llegamos a una ciudad de versos de oro, de cuentos de seda, de cien noches llenas de cenizas de estrella. Y a los niños se les incendiaron los ojos. Y fue el viento espuma de humo el que dibujó una sombra en la arena.
Y del barro salió la escuela. Y de las lágrimas agua. Y ansiosos buscamos el centro del universo en la nueva plaza. Y maldecimos la angustia que deja el polvo abrazados a un árbol que llamamos esperanza."


                                                                            (de "Viaje a los confines de la nada". D.Milà)

sábado, 8 de marzo de 2014

                                                                                                            Para Leopoldo María Panero

Me dijeron que tenía que competir con mi hermano no nacido para beberme el mejor líquido amniótico de la placenta.
Me dijeron que tenía que competir con otros para ganarme el cielo de los justos, y así hicieron los justos conmigo porque no era el más justo.
Me dijeron que tenía que alimentar la cadena de montaje de la vida y producir el arma más bella y salió de mis manos un cuchillo afilado.
Me dijeron que poseyera la hembra más bella y mejor preparada para traer al mundo el ser más bello y cuando nació no había escuelas.
Me dijeron que estaba en el mejor de los mundos y que más allá de los muros otros rondaban el sueño de los justos y yo cogí el cuchillo afilado.
Me dijeron que mi mujer y mi hijo se fueron al alba cuando acaban los sueños y se derramó el cielo en una gris tormenta.
Me dijeron que siempre estamos solos y ví  a otros como yo vagar los días en este calendario roto.
Me dijeron que no hay consuelo para los cuerpos que nunca han creído en nada y horadé la tierra con mis manos buscando la nada.
Luego vinieron otros y otros, y otros y otros y a todos les dijeron lo mismo.


                                                      (de “Viaje a los confines de la nada”. D. Milà)

lunes, 3 de febrero de 2014

Y si pides las estrellas, hijo...
Quiero llevarte de paseo por la terraza del cielo
sentir el viento cogerte la mano
encender los gestos en el hogar de mis sueños.
Que te guardo una silla en el rincón más cómodo
de mi pensamiento
te acomodo una cama en el salón de mi humanidad
te cocino las sonrisas al fuego lento de tus besos.
Dime que me quieres hijo...
que no me cansaré de escucharlo
aunque sople con fuerza el viento
allá donde vivan las estrellas
tendremos tu y yo el universo.

D.Milà  (A Marc, 10 años)

lunes, 27 de enero de 2014

La fiebre del oro

Es posible que uno sea alto como un pino, rubio como la cerveza y bien encarado, pero no tonto, o al menos eso tuvieron que pensar las mentes más privilegiadas del Bundesbank alemán cuando solicitaron a la Reserva Federal de los Estados Unidos que les devolviese las 1536 Tm, casi la mitad de sus reservas  totales de oro, que supuestamente están depositadas en la bóveda del subsuelo de la 5ª avenida de Nueva York.  –“Estos melones quieren ver su oro”-  seguro que dijo Ben Bernanke, cancerbero de la FED, como antes hizo Goldman Sachs ( jugando con el inglés : “El hombre de los sacos de oro”, experto en vender cosas que no existen . Vendió certificados de oro, pero no tenía ni una triste onza de oro que respaldara la ilusión de transformar el metal en cédulas. Un alquimista del siglo XXI.)
Insistieron los tozudos alemanes en hacer bueno el dicho de que se cree lo que se ve, sabiendo que desde mediados de los cincuenta ningún cliente ha visitado la veta artificial más prólija del mundo. Y ante la desconfianza, la demostración empírica. Una buena mañana de  2013 se les conminó a los incrédulos teutones a dar por cierta la existencia de su propiedad pero la sorpresa fue mayúscula cuando en la antesala de la bóveda se les había preparado una muestra del producto. Cinco barritas relucientes del aúreo metal. –“Estas son de chocolate”- pensó el  más listo de todos. –“El resto no lo pueden ver”- apuntó el botones de la FED. Los alemanes molestos pensaron que con aquello no podían ni hacerle un anillo a la Merkel. Es más, empezaron a sospechar que la materia lejos de trasformarse  puede esfumarse como así apuntan todos los indicios.
En efecto, un antiguo encargado de Goldman, un tal William Kaye, afirma sin pelos en la lengua que el oro alemán y el de todos los estados que habían depositado su confianza en la reserva americana, ha sido fundido en Hong Kong y de allí ha pasado a llenar sin logotipos culpabilizadores cualquier pagoda fuerte de la Ciudad Prohibida. Una mala noticia para los alemanes, que cabreados,  amenazan a Obama con que les devuelva los suyo en el 2020 sin dilación. Los americanos se han disculpado como saben, espiando el teléfono de Ángela por si acaso se le ocurre cambiar de joyeros. Sin embargo ella sabe, como todos los dirigentes occidentales que los días de desayuno con diamantes se han acabado. La única fiebre en estos tiempos de resfriado es amarilla y no trasparente. El nuevo oeste descansa a orillas del Yang-tse, allá donde buda perdió el pelo.
D. Milà