martes, 7 de julio de 2015

Carta abierta a la rebelión de la especie

No estamos para ensoñaciones, no hemos venido a este mundo posible para vagar como sonámbulos por los corredores de la miseria colectiva, no transitamos las carreteras del insomnio hacia ninguna parte. Sabemos que el mundo es pequeño, somos muchos y deseamos habitarlo hasta en el más pequeño de sus confines. Es nuestra herencia, abarcar el hoy sin confundir el tiempo con el espacio. Es nuestra profunda rebelión al sueño desquiciado del ego.
No queremos ensoñaciones  huecas . Somos caminantes con sandalias de esparto. Los otros sin ti no son nada. Tendrás que comprenderlo, amigo, necesito ser oído en mi resistencia para que tú puedas existir. Pero no habrá camino sin tránsito, ni ciudades sin sueños, ni planeta sin palabras. Hemos de construir lo nuevo con cimientos de memoria y ladrillos de sueños, con el sueño profundo de una especie que no se resigna a ser engullida en la barbarie de unos pocos. La guerra y la destrucción ha sido el legado. No nacimos para durar mil años. Somos muchos para construir la ciudad de lo posible. Un lugar llamado mundo.

El legado de la memoria es un libro de texto abierto, reescribámoslo, resistamos al guión preestablecido con nuestra existencia, una sola existencia es un grito de humanidad inconclusa, una voz que tiene que ser oida para preservar otra existencia. 

                                                                                        de "Sueños REM" 2015