martes, 25 de septiembre de 2018

Cuando perdimos la ilusión

El mundo se tornó áspero, agrio, envuelto en una bruma fría que descarna el aliento.
Que empuja los huesos al abismo de la nada.
Entonces vagaban los cuerpos solitarios desposeídos de mañanas. Desnutridos de horizontes que se hunden en el sueño de una visión cóncava. 
La furia de la tristeza, el empuje desnortado de las lenguas huecas. La rabia de la razón que huye por las heridas de la tierra.

Aprendimos a jugar sentados, a vivir el silencio desnudo, a rozar los días con las miradas. Un impulso vacio de infancia. Un arrebato de quietud extrema. Un viento sórdido que se lleva la risa.

Imaginamos el futuro en la ausencia, retorcimos las caricias, sentimos vibrar la insignificancia.

Sin fuerzas para dejar escapar las lágrimas.

No supimos contener la ira.

Ahogamos la esperanza.

                                                             ( Delmundo Milà.  de "Viaje a los confines de la nada")