martes, 25 de julio de 2017

Hoy te he visto danzar con el viento mientras llovía, y se inundaban los poros
donde el fuego dejó la tierra baldía.
Una inmensidad verdeazul en el abismo de tus lágrimas, brotaba con tus besos
 y el agua dulce de tu boca.
Donde se enrreda el barro con tu pelo dando vueltas silenciosa, allí giraba el torno
con las manos de la brisa. 

Un torbellino de arcilla te unió en la forma a la simple materia de la vida,
como se moldean los sueños
nacieron  gestos en el filo donde rompe el alba, salitre desnudo
 en el cielo de una gota de agua,
 y danzabas sola, sabedora de una estirpe dorada de algas, de versos, de caracolas  
con el viento acariciándote la cara.

Era un día de esos que te escribo para sentirme vivo, como si fuera necesario invocar
cada palabra. No lo tengas en cuenta amor mío.

                                                                                                    D.Milà, 2017